185. TESTIMONIO DE UNA ENSALADA

.....Aquel día, yo, el Sol, me levanté con ganas de meterme en el claro del bosque para matar mi aburrimiento.
.....Fui lanzando mis rayos por aquí y por allá y desperté a los pajaritos que cantaron todas las canciones que se sabían de memoria.
.....De pronto, todos nos dimos cuenta de que ya no estaríamos solos. Por un camino, venía una niña juntando flores, con su vestido muy rojo y una gorrita del mismo color. Por otro camino, venía otra chiquilla, un poco más alta, con su largo cabello oscuro y su piel muy blanca.
.....Ellas caminaban distraídas y, en el cruce de los senderos en el pequeño claro del bosque, se tropezaron y casi se cayeron.
.....—¡Ay! Perdón. Me parece que te conozco de algún lado…— dijo la de pelo negro.
.....—¡Blancanieves! ¿Qué haces metida en mi bosque?— indagó la del traje rojo.
.....—¡Caperucita! ¿Qué haces acá, en mi cuento?— preguntó Blancanieves.
.....—Aquí estoy, como siempre, juntando flores mientras le llevo la comida a mi abuelita… ¿Qué ha pasado con nosotras?
.....—Yo salí a tomar un poco de aire porque estoy cansada de vivir encerrada. .....¡Ahora me doy cuenta de que nuestras vidas se convirtieron en una ensalada! Este lugar me está dando miedo. ¿Este bosque es peligroso?
.....—Dicen que hay animales feroces. ¡Vamos juntas para que se nos pase el miedo!— propuso Caperucita.
.....Las dos se fueron y desaparecieron en un recodo del camino.
.....Cuando oí un aullido lejano, apareció una mujer tenebrosa que me dio escalofríos. ¡Me di cuenta de que era la Bruja cuando comenzó a hablar sola!
.....—¡Eliminaré de la faz de la Tierra a esa mocosa que llaman Blancanieves!—se quedó en silencio y escuchó con atención, luego siguió diciendo para sí— ¿Y esos dulces aullidos? ¡Debe ser mi amigo el Lobo Feroz! ¡Seguro que me ayudará!
.....Luego, la Bruja se puso a llamarlo con grititos haciéndose la amistosa hasta que llegó la fiera.
.....—¡Auuuuu! ¡Grrrrr!— aulló y gruñó el Lobo cuando se acercó y la atacó.
.....—¡Sapos, culebras y ranas! ¡Obedece o te convierto en manzana!
.....Con este hechizo, la Bruja logró amansar al Lobo Feroz y lo convirtió en perro. Luego, con rapidez, se escondieron detrás de unos árboles porque oyeron voces.
.....—Caperucita, ¿cuál es tu color preferido?— preguntó Blancanieves.
.....—¿No lo adivinas? Mi color preferido es el…
.....—¡El rojo! ¡Qué tonta! Recién me doy cuenta.
.....—No eres muy observadora, Blancanieves. ¿No ves que toda mi ropa es roja?
.....—¡Caperucita, tengo que confesarte mis problemas!
.....—¿Qué te pasa? Todos tenemos problemas.
.....—¿Sabías que mi madrastra me mandó con un leñador para que me asesinara en el bosque? Aunque él me dejó libre, quedé sola y perdida. Busqué refugio y lo único que encontré fue una casita de unos enanitos y allí estoy viviendo.
.....—¡¿Con enanitos?!
.....—Sí, me siento muy incómoda, encerrada y apretada. Siempre estoy hambrienta porque los platos y cubiertos son requetechicos y yo no me quito el hambre. ¡Eso no es vida!
.....—Yo también estoy cansada de llevarle la comida a mi abuelita, todos los días. Para colmo tengo que ir caminando hasta su casa y, como queda lejos de la mía, me atrevo a cruzar por aquí para acortar camino. ¡Mi mamá no se da cuenta de que soy chica para ir solita!
.....—Caperucita, ¿oíste ese aullido? ¿Te trajiste al Lobo a mi bosque?
.....—¡No! ¡Me ha seguido! ¿Vamos a enfrentarlo?
Apenas ellas se perdieron de vista, la Bruja y el Lobo salieron de su escondite.
.....—Lobo, tengo el plan perfecto para eliminarlas. ¡Allá vienen! ¡Disimulemos!— ordenó la Bruja mientras se acercaban las niñas.
.....La Bruja, como pobre vendedora, se acercó a sus víctimas con maldad y les dijo:
.....—¡Qué bellas niñas! ¿Cómo se llaman?
.....—Me llamo Blancanieves. ¿Usted tiene algo para vendernos?
.....—Yo, Caperucita. ¡Qué perro raro tiene, señora! Estamos muertas de hambre.
.....—Vendo manzanas deliciosas, pero como son tan amables, se las regalo.
.....—¡Gracias! ¡Qué rica manzana!— exclamaron al mismo tiempo y cayeron al suelo fulminadas.
.....Sus cuerpos yacían tendidos al borde del sendero cuando pasaron por allí los siete enanitos y su primo con quien se habían encontrado camino a casa. El grupo descubrió a Blancanieves con sorpresa y dolor; luego, a su amiga. Trataron de reanimarlas, pero fue en vano hasta que el primo recordó lo que traía en su bolsillo: un mágico trozo de cuerno de unicornio que les frotó en la frente de las dos hasta que comenzaron a volver en sí y contaron lo ocurrido a sus salvadores. Después, se fueron a comer a la casa de la abuelita.
.....Bruja y Lobo volvieron a sus cuentos, pero juraron que intentarían otro hechizo maligno.

Así termina esta ensalada
con las historias mezcladas.




Cambié la trama de la obra de teatro del Nº 93 por la de cuento.

El 06 y 07-10-05: Creación y dramatización colectiva del Taller Literario de Niños, transcripta, corregida y redactada por la Coordinadora Marta Alicia Pereyra.

Marta Alicia Pereyra
Morteros