BIENVENIDOS A "LIBELULARIAS" CON LOS TEXTOS LITERARIOS DE MARTA ALICIA PEREYRA BUFFAZ.

Iniciado el sábado 4 de octubre de 2008 en la ciudad de Morteros, provincia de Córdoba, República Argentina y aquí continúo.

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viernes, 23 de abril de 2010

238. NO ME HABLEN DE SUPERMERCADOS














Entré en el supermercado 444 y en el acto, me sentí embestida desde todos lados por una luz tan blanca que mis ojos se entrecerraron con dolor. A duras penas me fui al sector donde venden juguetes y me quedé patitiesa al distinguir un gran conejo de peluche que me miró de reojo y saltó hacia otras góndolas con la agilidad natural de su especie.

Como ya venía cegada por la luz, al ver a este animal, recordé a Alicia en el País de la Maravillas, personaje que siempre quise conocer y solo lo había hecho fragmentariamente. Entonces me dije: “¿Estoy loca o estoy soñando?”


La curiosidad me llevó a seguir al animal y como una de sus orejas caía hacia la derecha con cierta graciosa ternura, pensé que era un buen augurio, pero se escabulló con rapidez entre unas torres de galletitas en oferta. Lo seguí como pude, empujando mi carro para las compras tan rápido como me fue posible. Al fin lo descubrí cuando abría la puerta de una heladera y se metía en ella, maniobra que casi le costó perder su cola. Por allí desapareció y yo me quedé mirando con la boca abierta y sin saber qué hacer. Después de mi vacilación que me hizo perder tiempo, decidí seguirlo y abrí la puerta con la suerte de poder ingresar porque mi estatura se adaptó, como por obra de magia, al tamaño del refrigerador donde me encontré con un ambiente frío, pero agradable y una penumbra que me obligó a andar a tientas. Empujé el fondo del electrodoméstico y caí por un túnel hasta un vestíbulo donde percibí que mi tamaño era bastante reducido. Cuando apareció un loro que me recibió con exageradas muestras de elocuencia, descubrí que éramos de similar estatura y enseguida me explicó, a su manera, que debía seguirlo. Subimos por una escalinata de mármol y comencé a escuchar murmullos. Al llegar a la cima, apareció un inmenso anfiteatro con un grandioso escenario. El loro, que era mi guía, me dejó en compañía de un mono que me alzó por los aires y me condujo al escenario más deslumbrante que había visto. Allí, el animador me presentó como la nueva promesa: Lady Latina. Todos me aplaudieron a rabiar mientras los músicos comenzaban a interpretar con sus instrumentos y yo tuve que cantar lo que me salió o morir de vergüenza. Canté hasta quedar exhausta y sentí que me arrojaban —al mejor estilo de las estrellas de rock— sobre el público conformado por raros personajes. Fue entonces que comencé a despertar entre el bullicio que me aturdía. El público, en este caso los clientes del súper, me rodeaban murmurando sorprendidos por “mi espectáculo”, que no era, precisamente, el de una cantante pop ni rockera ni de otro género. Lamentablemente no estaba sobre las manos de miles de mis seguidores sino entreverada en una pila derruida de mercadería y una heladera (1º premio de unos cupones de promoción) que me aplastó la cabeza.

Vino a auxiliarme un equipo de emergencias médicas y me condujeron a la clínica más cercana.
Hoy, estoy con mi cabeza coronada por un turbante de vendas y una pierna en alto debido a una fractura del fémur. Como tengo bastante tiempo para reposar y sanar mi maltrecho organismo, comencé a leer “Alicia en el País de las Maravillas” para escapar de mis pesadillas pseudoliterarias.



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sábado, 17 de abril de 2010

237. TRES FINALES DIFERENTES PARA "HANSEL Y GRETEL"




















1. El padre se dio cuenta de la maldad de su mujer y de que había cometido una terrible falta al abandonar a sus hijos. Arrepentido, sale a buscarlos, encuentra la casita de la bruja y se da cuenta de que allí los tienen prisioneros. Espía los movimientos de la mujer, logra comunicarse con su hija y, sorprende a la bruja cuando ella sale a buscar hierbas para sus hechizos. El padre la mata con un palazo que le da en la cabeza. Rescata a sus hijos, se van y viven felices.




2. Gretel logra abrir la puerta de la jaula donde está su hermano, pero la deja arrimada como si estuviera cerrada con el candado. Dice unas palabras mágicas que aprendió en el Recetario Mágico de la bruja, sin que ella se diera cuenta, y la convierte en una laucha, llama al gato, mascota de la hechicera, quien lo caza y se lo come porque estaba hambriento. Los niños quedan a salvo y Gretel descubre su verdadera vocación: la magia blanca. Vivirán muchos años en esa casa y usará su magia para vengarse de la madrastra y castigar al padre. Con el tiempo, tendrán sus propias familias.



3. La bruja le dice a Gretel que busque agua en el arroyo, allí encuentra un caballero extraviado, le cuenta su historia y le pide que los salve de la malvada mujer. El gentilhombre viene hasta la casa, quiere atacar a la bruja, pero ella lo convierte en un cerdito muy delicioso y lo mata. Ella hace un trato con los niños: ellos vivirán allí y serán sus aprendices y herederos, pero deberán proveerla de apetitosas víctimas que les resultará fácil hallar porque nadie desconfiará ya que son niños con apariencia angelical.





5º ejercicio del Taller la Magia de la Escritura

 


Marta A. Pereyra, Morteros, 11-03-10

domingo, 11 de abril de 2010

236. EL CORTE DE ENERGÍA ELÉCTRICA




Una noche, cuando cortaron la energía eléctrica –otro más de los tantos cortes- salí con algo de temor hacia la oscuridad del patio de mi casa y me puse a contemplar la negritud del cielo que parecía un dosel de terciopelo desplegado sobre la Tierra.

Sin embargo, me di cuenta de la imperfección del toldo: descubrí una grieta funesta en ese velludo manto y supe que por allí descenderían mil desgracias para mi pueblo, que nos acercarían al final. Por pretender el descubrimiento de más pormenores de esa rajadura, caí en un remolino de enajenación cuya duración desconozco.


Y de pronto, volvió la energía eléctrica y mis ojos se abrieron al mundo cotidiano de mi rutina diaria. Aunque sé que esa visión es un anticipo de lo que está escrito en las estrellas. Desde entonces he cambiado mi profesión y sólo me dedico a la Astrología. No tengo muchos clientes que vengan a consultarme, pero somos cada vez más los que esperamos el final de los tiempos.




4º Ejercicio del Taller Literario La magia de la escritura

Marta A. Pereyra
Morteros, 07-03-10
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