Claude Monet (1840-1926)
Una pirueta y el breve rumor de una rana
trizan el espejo del lago.
Mil gotas atrapan en sus esferas
los verdes, amarillos, rojos y lilas
de las hojas y las flores.
Allá, el horizonte callado
emerge, fantasmal, desde la bruma.
El sol es una gota de naranja
en el cielo difuso y risueño
si se mira el rostro en el agua.
El aroma de las flores
entre las risas de los niños
juguetea en mi nariz
cuando mi sombrilla
forcejea con la brisa.