Perlas húmedas de dolor,
lluvia del alma dolorida,
su voluble ser deslizan
por un arroyo en tu mejilla.
Gotas tristes de tu corazón,
misterio cristalino de tu humor
como un mínimo manantial
vierten su sal y su color.
Lágrimas de alegría y de risa,
benditas esferas de la emoción.
Lágrimas de impotencia y de rencor,
malditas ataduras de tu corazón.
Lágrimas de los locos poetas,
de los actores interpretando un papel;
lágrimas de los infelices deudos,
de los que lloran por no estar con él.
¡Lágrimas, higienicen mis ojos!
¡Limpien y desahoguen mi alma!
¡Denme una vez más su alivio
para poder alcanzar la calma!
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 01-05-03
lluvia del alma dolorida,
su voluble ser deslizan
por un arroyo en tu mejilla.
Gotas tristes de tu corazón,
misterio cristalino de tu humor
como un mínimo manantial
vierten su sal y su color.
Lágrimas de alegría y de risa,
benditas esferas de la emoción.
Lágrimas de impotencia y de rencor,
malditas ataduras de tu corazón.
Lágrimas de los locos poetas,
de los actores interpretando un papel;
lágrimas de los infelices deudos,
de los que lloran por no estar con él.
¡Lágrimas, higienicen mis ojos!
¡Limpien y desahoguen mi alma!
¡Denme una vez más su alivio
para poder alcanzar la calma!
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 01-05-03
2 comentarios:
Amiga, tu poema es excelente.
Tu blog me pareció muy interesante. Un placer pasar por tus caminos.
Besos
Gracias, Mila, por tu visita.
Espero verte de nuevo por aquí. Me sentiré honrada por tu gran coraje y capacidad.
Besos.
Publicar un comentario