EL GRITO
Remolino de histerias;
extravagancias bizarras,
laberintos de fluidos corrosivos,
huellas alucinadas,
travesías de vértigos insólitos,
racimos de horror,
mar de pesadillas estridentes,
barandal infame del infierno,
brújula de la neurosis,
río de los desatinos.
Calla los plumajes del odio,
abandona los espectros grotescos,
cierra tus ojos al horror y renace.
Lleguemos hasta los testigos de la ausencia,
al misterio de los milagros,
a las nostalgias de los indiferentes,
a los duendes de los destierros,
a la alquimia del verso para inventar la paz.
extravagancias bizarras,
laberintos de fluidos corrosivos,
huellas alucinadas,
travesías de vértigos insólitos,
racimos de horror,
mar de pesadillas estridentes,
barandal infame del infierno,
brújula de la neurosis,
río de los desatinos.
Calla los plumajes del odio,
abandona los espectros grotescos,
cierra tus ojos al horror y renace.
Lleguemos hasta los testigos de la ausencia,
al misterio de los milagros,
a las nostalgias de los indiferentes,
a los duendes de los destierros,
a la alquimia del verso para inventar la paz.
Nota: El grito, de Edward Munch
Oímos "El grito" no con los oídos sino con lo ojos y con el alma.
¿Y qué es lo que oímos? El silencio eterno. "El grito" es el reverso de la música de las esferas. "El grito" de Munch, palabra sin palabra, es el silencio del hombre errante en las ciudades sin alma y frente a un cielo deshabitado. (Octavio Paz, México, 1988)
¿Y qué es lo que oímos? El silencio eterno. "El grito" es el reverso de la música de las esferas. "El grito" de Munch, palabra sin palabra, es el silencio del hombre errante en las ciudades sin alma y frente a un cielo deshabitado. (Octavio Paz, México, 1988)
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 14-07-05
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