A Cristina Beatriz Druetta de la generación “baby boomer” (9 de marzo de 1949-2022)
En el océano de la vida, nadás con Piscis.
Como un salmón iridiscente de oro y plata,
remontás la corriente de tu historia.
Cuando naciste, tu primer llanto alabó la vida
y marzo extendió su rubor sobre la suavidad de tu piel.
Tu memoria es una multiplicación de anécdotas
y racimos de recuerdos: ilusiones, juegos, amigas, trabajos
y… algunas penas cicatrizadas por el Tiempo sin olvido.
Tu abnegación tributa al duende de la amistad.
Tu infancia y juventud con guardapolvos y libros
dejó el dibujo hermoso de tu letra en hojas impolutas.
Las olas del Destino te llevaron a sentir el aroma de la tiza
y fue el comienzo de tu ritual diario: enseñar y educar.
Con tu letra dibujás el pasado, el presente y proyectás el futuro.
En el mar de tu existencia hallaste el amor y nacieron tus hijos.
Y en tu vida, surgió el misterio del milagro ansiado:
encarnó en un nieto la continuidad de tus genes.
Ahora, en el Océano vital palpitan aquellos ecos de imágenes
y así se alimentan tus relatos guardados en la alquimia de tu alma.
Y se echan a volar en la resurrección de tu memoria.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 09-03-2022
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