La noche teje recuerdos
y miradas ensimismadas
en pensamientos secretos ,
como silencios guardados
desde antiguos encuentros
entre los tibios fogones
de mujeres reunidas a solas
desgranando sueños
entre las brasas y ollas.
Rodar de viejas historias
de una boca a otra y a la memoria
para volver a rodar y rodar.
Luego, llegaban los hombres
y los niños se acercaban
a compartir la cena bajo las estrellas.
El humo jugueteaba en el aire
mientras los niños se iban durmiendo,
las mujeres juntaban los enseres
y los hombres alardeaban de sus cacerías.
Después, el silencio de las estrellas
cubría la noche de chistidos,
de algún graznido y un aullido lejano.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 14-07-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario