BIENVENIDOS A "LIBELULARIAS" CON LOS TEXTOS LITERARIOS DE MARTA ALICIA PEREYRA BUFFAZ.

Iniciado el sábado 4 de octubre de 2008 en la ciudad de Morteros, provincia de Córdoba, República Argentina y aquí continúo.

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miércoles, 7 de julio de 2010

242. EL MENÚ







Entre el follaje de la selva caminaban, agachados, unos doce o trece cazadores. Vestían trajes que cambiaban sus tonalidades y se camuflaban de acuerdo al sitio por donde pasaran. Sus botas anti-humedad e impenetrables al ataque de cualquier alimaña eran livianas a pesar de su indestructibilidad pues el material con que estaban hechas era de un avanzado diseño tecnológico. Sus armas certeras apuntaban a las presas que se agazapaban y escondían como podían entre la maraña o se subían a los árboles. Los acosados habían obtenido sorprendente agilidad al adaptarse a tantas persecuciones por los lugares más agrestes donde atinaban a esconderse que parecían responder a un exacerbado instinto de conservación de su especie.

Uno de los predadores se había apartado del grupo siguiendo a sus presas: una hembra joven y su pequeña cría. Ambas eran muy apreciadas por su tierna carne magra y su sabor delicado. La hembra era ágil y se escondía con desesperación entre los matorrales. La cría con la belleza de sus gordezuelas extremidades y una cabeza encantadora donde brillaban sus ojazos húmedos despertaba el apetito y la ansiedad del hambriento perseguidor que apuntaba y disparaba con torpeza sin acertar en los blancos. Pero la suerte lo acompañó porque la hembra resbaló por una barranca y dejó sin protección a su retoño que quedó inmóvil por el pánico. Apuntó con el arma y un proyectil certero y silencioso se incrustó en la frente de su víctima dibujando un hilo de sangre que manó lento desde la herida.
El individuo ató las extremidades de su trofeo de caza y fue a buscar el camino hacia el campamento.
Ya imaginaba el sabor de esa carne ternísima y joven mientras su boca se llenaba de secreciones. También planificaba el menú que degustaría con sus compañeros. Seguramente los otros no habían paladeado su victoria porque no era habitual encontrar crías tan pequeñas ya que permanecían escondidas en sus guaridas.
Unas gotas de lluvia que saltaban de hoja en hoja como festejando o, tal vez, lamentando ese final comenzaron a caer. A él no le importó porque su traje lo protegía y estaba exultante, pero apuró el paso y llegó en unos minutos al centro del campamento donde tenían la cocina y el comedor. Enseguida fueron apareciendo el resto de los cazadores con las piezas obtenidas, ninguno había traído cachorros. Entonces, sus camaradas lo vivaron por su éxito con gran estruendo y brutalidad.
Principiaron a abrir los cadáveres para sacarles las vísceras, depilarlos, lavarlos, luego los trozaron y colocaron en grandes bandejas, condimentaron con hierbas aromáticas que habían traído en cristalinos bols y las pusieron en varios hornos. Colocaron verduras y hortalizas frescas de increíbles colores verdiazul, rojo bermellón, anaranjado, violáceo y blanco cortadas con prolijidad y las aderezaron con un jugo cremoso.
Mientras esperaron que se cocinara la carne, se sirvieron una especie de cerveza espumosa y fresca de unos barrilitos. Con la bebida llenaron varias veces unos jarros hasta que rebalsaban cantando sus canciones a coro y chocándolos con una algarabía creciente. La carne ya iba desprendiendo un aroma que incitaba a saborearla.
La alegría por los resultados de la cacería más la que les brindaba las bebidas los hacían reír o algo semejante a carcajear alrededor de las mesas dispuestas en ese espacio de la barraca. Sobre manteles primorosos se lucía una vajilla extraña por sus materiales y formas.
Fue cesando la bulla y se disponían a servirse la carne de la cría en primer lugar con las raras verduras cuando se oyó un grito penetrante y desgarrador que rasgó el aire y los distrajo. Pesadamente se levantaron de sus asientos y se asomaron a la puerta. Desde el umbral pudieron observar a la hembra, madre de la pequeña cría que estaban por devorar, al frente de un grupo de sus congéneres.

Los cazadores estaban asombrados, nunca pensaron que los hombres iban a reaccionar y movilizarse acaudillados por una mujer a quien le habían arrebatado su amada hija. Los predadores sacaron sus armas y exterminaron a todo el grupo humano ya que habían venido desde el espacio exterior a colonizar el planeta Tierra. Ellos se consideraban superiores y nada estorbaría su objetivo. Además, los humanos eran un bocado exquisito y muy nutritivo. Aunque ese pequeño alzamiento era el primero, no sería el último.







Morteros, 05-07-10
Marta Alicia Pereyra

25 comentarios:

Julie Sopetrán dijo...

Increíble relato, amiga. El final me ha dejado pensando... Está genial y me resulta a la vez escalofriante. Aplaudo tu creatividad. Besos, Julie

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Gracias, Julie, por tu aliento. No me gustan mucho los relatos tan trágicos, pero es lo que me salió de acuerdo a la consigna. Tal vez alguna vez se haga realidad... espero que no.

Anónimo dijo...

El relato es genial para explicar la Tesis sobre el cuento de R. Piglia. Tu Historia 2 está tan bien cifrada en la Historia 1 que el lector se sobresalta en los últimos párrafos. Será trágico, pero ese final que elegiste es lo más delicioso de tu relato. Me gustó mucho.

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Solcito, no leí a Piglia, pero varios científicos aconsejan no buscar contactos con extraterrestres porque nos puede resultar perjudicial.

Espero que no.

José Ignacio Lacucebe dijo...

Hola Marta, gracias por tu visita.
Tu relato es interesante: nos recuerda la historia de los cazadores cazados.
Por los comentarios que leo parece consecuencia de una consigna, que desconozco. Tiene doble mérito el texto.
Un saludo

diálogos de papel dijo...

Me sentí atraida por tu interesante relato y auqnue debo admitir que un ligero miedo pasó por mi piel, creo que me gustaría tener a uno de ellos frente a mi.

Un gusto estar en tu acogedora casa.
Un fuerte abrazo
Lucy

Liliana Lucki dijo...

Un placer...el relato y la idea.

Hasta tiene buen color !!!

Desde .MDQ,te saluda Liliana

La sonrisa de Hiperion dijo...

Este tipo de relatos, me dan escalofríos... Siempre un placer pasar por aquí.

Saludos y un abrazo.

Abuela Ciber dijo...

Estupendo leerte!!!

El amor de las madres mueve montañas.

Que tengas un hermoso fin de semana!!!

Cariños

Ian Welden dijo...

Excelente relato! Muy bien armado y el final es un golpe a la nariz del lector.
Me ha fascinado tu incursión én la ciencia ficción social y filosófica de calidad a la par con Philip K. Dick y Larry Niven.

Felicitaciones y un gran abrazo desde Dinamarca.

Ian.

silvia zappia dijo...

excelente relato,extraño y brutal; que fluye rápidamente aumentando la tensión hasta llegar al "golpe" final.


(entré también al blog del taller, yo también pertenezco a uno.me pareció de gran calidad lo que he visto.)

un beso*

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Gracias, amigos, por sus comentarios ya que alimentan mi autoestima y miman mi ego que está un poco estropeado... jeje

Abrazos virtuales para todos.

㋛۞¤ ๋•♣♠El miedoso♠♣ ๋•¤۞㋛ dijo...

\\\///
(o_o)
muy bueno tu relato, me atrae mucho lo desconocido y no paro de imaginarme como seran "ellos"
abrazos¡¡¡¡

Kuervo, el dijo...

la forma de tu relato es majuestuosa, personalmente lo comencé a leer y me arrastró para llegar al final, intuí también que la presa se refería una especie conocida como la peor depredadora de su propio medio ambiente, tal vez no sean necesarios esos otros personajes.

nos leemos después...

Isabel Barceló Chico dijo...

Tremendo relato, alicia. Muchas veces a los seres humanos nos falta la empatía suficiente para valorar el daño que hacemos a los demás animales y parece que sólo nos conmueva lo que nos ocurre a nosotros mismos. Un abrazo muy fuerte.

Anónimo dijo...

Antes que nada, quería agradecer el comentario que dejaste en mi blog así como también la advertencia en contra del avance de las polillas... Por otro lado, estuve leyendo un par de cosas tuyas y la verdad es que escribís muy bien. Tenés un estilo muy gráfico, descripciones muy buenas. Es un gusto leerte.

Nati dijo...

Hola, vengo de visita y me parece que he tenido mucha suerte encontrando tu blog es una maravilla y un pozo de sabiduría, me quedo como seguidora para no perderme nada de lo que publiques y te pido disculpas por no poder leerlo todo pero es mucho lo que gracias a ti tienes aquí publicado, pero si te digo que entraré con más tiempo y me pondré al día.
Te felicito y te deseo lo mejor, si quieres conocer lo que hago pincha en mi foto y te llevará a mis blog.
Hasta pronto, besos Nati.

El Gaucho Santillán dijo...

Que buen relato.

Muy buen ritmo, me gustò.

escribe mas seguido amiga!

Me pongo de seguidor, asì sè cuando actualizas.

Un abrazo.

Colores dijo...

Hola, te he conocido a través del blog de loscuentosdenati y me quedo como seguidora para no perderme tus relatos.
Éste de ésta entrada es el primero que he leído y me ha gustado.
Carmen.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Marta Alicia:

Todo me esperaba menos ese final tan sorprendente, tal vez ese día este muy lejano porque de lo contrario sería el fin de la raza humana. Claro está, si lo permitimos.

Abrazos.

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Gracias, queridos internautas, por dejar sus huellas en estos comentarios.

Rafael, ¡qué alegría volver a verte por aquí!

Muchas gracias a todos.

Javier Muñiz dijo...

Hola Marta, he regresado a tú casa para quedarme, dónde mejor...' gracias por tu amabilidad, por tus bellas letras...
muchas gracias, buena noche, besos.

Bea Candiani dijo...

Confieso que después de leerlo se me fijó en la mente.Es un relato donde no existen los límites. No sé si podré comer de nuevo carne...
Abrazo.

Roxana D'Auro dijo...

Marta , te descubrí como seguidora en mi blog ...entonces vi luz en el tuyo y entré ! Excelente relato con golpe de gracia final! te felicito!. Inteligente mirada la tuya
Me recuerda un cuento de Oesterheld donde los"extraterrestres" se doblan de risa cuando a "uno de esos seres" le sale agua por los ojos. Nunca , jamás vieron algo tan "divertido"

Dirk Heyne dijo...

Gracias por esa cachetada de ida y vuelta! Es fascinante decubrir ese afan que tienes por meterte en detalles. Te leo! http://majaderiasypesares.blogspot.com/

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