
promo ´66 de MNN
¿De qué lejanos recuerdos de aquel Cosquín?
¿De cuántos días compartidos?
¿De qué regiones vienen ellas?
¡Juventud, divino tesoro,
te fuiste para no volver!
Miro esa foto en blanco y negro
y veo a aquellas maestras del ’66.
Jóvenes hechas de sueños
de anhelos, de propósitos.
Bajo una lluvia de spray
sus destinos plurales
bajan desde aquella escalera
con sus rostros sonrientes
de flamantes egresadas.
De esa foto escapan risas
y bulle la alegría.
La juventud se exilió,
y vive en la memoria,
el presente es un relámpago
con los rumores de 40 años..
Hay travesías que siguieron
por la geografía de los ángeles
y nos multiplicaron ecos de tristezas.
Ellas aletearán por siempre
en los racimos de mis recuerdos.
¿La vida ha sido dura o amable?
¡Hemos develado tantos misterios!
y ¿cuántos enigmas anidan esperanzas todavía?
¡La vida es así!
¡Colegio de mi niñez y juventud,
9 años me cobijaste y me prodigaste
una brújula para navegar en la vida!
¡Cuántas maestras y profesores
me ayudaron a dirigir
la aguja hacia el norte!
Tantos que continué hasta el presente
recorriendo aulas y convirtiendo
muchas salas en aulas.
Juventud, divino tesoro,
no te fuiste del todo.
Hoy nuestras biografías convergen
en este instante irrepetible
y abrazaremos nuevos sueños
en los rituales de contar anécdotas.
Escrito para el 40º Aniversario de la Promoción 1966 de M.N.N.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, diciembre de 2006