Conozco un feo vampiro
al que llaman Ramiro.
En la casa de su hermana
juega y gana a la payana.
Guarda cuarenta monedas
y las pierde en las veredas.
Con los ojitos partidos
se va quedando dormido.
Duerme en la alcancía
si le duele la encía.
Cuando sueña Ramiro,
se le escapa un suspiro.
Ve chupetines de sangre
y diez tajadas de fiambre.
Le brillan los colmillos
y se ilumina el altillo.
¡Qué vampiro tan hambriento!
¡También está sediento!
Creo que se ha resignado
con un tomate colorado.
Ensalada de remolacha
ya le trajo la vizcacha.
Una roja granadina
se bebió con aspirina.
Ahora es vegetariano
este vampiro riojano.
Si de algo más me entero,
se los contaré en febrero.
¡Eso espero!
al que llaman Ramiro.
En la casa de su hermana
juega y gana a la payana.
Guarda cuarenta monedas
y las pierde en las veredas.
Con los ojitos partidos
se va quedando dormido.
Duerme en la alcancía
si le duele la encía.
Cuando sueña Ramiro,
se le escapa un suspiro.
Ve chupetines de sangre
y diez tajadas de fiambre.
Le brillan los colmillos
y se ilumina el altillo.
¡Qué vampiro tan hambriento!
¡También está sediento!
Creo que se ha resignado
con un tomate colorado.
Ensalada de remolacha
ya le trajo la vizcacha.
Una roja granadina
se bebió con aspirina.
Ahora es vegetariano
este vampiro riojano.
Si de algo más me entero,
se los contaré en febrero.
¡Eso espero!
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 08-01-06
Morteros, 08-01-06
1 comentario:
Hola, Ramiro.
¿Nadie te comentó?
¡Qué pena!
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