Risa, hoy espántame la tristeza,
dame tu volcán de carcajadas,
truenos espasmódicos... jajaja
con lágrimas soñadas.
Cosquilleas en el ala del alma,
cabalgas en la boca por los dientes,
contagias la virulenta alegría
y los ojos, consientes.
Estanque de los temblorosos ecos
que manan desde la felicidad,
olvida todo el dolor y las penas
y reina con piedad.
Desgárrame los miedos y tormentos,
amárrate al estómago y pelea,
súbete a los pulmones y la tráquea
y explota como tea.
Serpentea en la lengua danzarina,
escupe chispas de sonrientes ruidos
bate tambores de ecos cavernosos
y embriaga el aire henchido.
¡Oh... brotas, tonta risa, porque sí!
contagio inoportuno de otra risa
o apareces, burlona, en los labios
y hieres por tan postiza.
Te instalas junto a la melancolía
y tratas de velar muda tristeza
con un suspiro que respira hastío
y es una vil pereza.
Riamos, hermanos, riamos a la vida,
somos los únicos con tal misterio
que podemos tener su aliviado auxilio,
los animales son serios.
Nota: Estrofa sáfica es una estrofa mixta originaria de Italia que apareció en España hacia el siglo XVI, aunque ya se había usado por una de las poetisas de la Antigua Grecia; Safo de Lesbos, entre otros autores clásicos. Y este tipo de estrofas poéticas son compuestas por tres versos endecasílabos sáficos y un cuarto verso pentasílabo —adónico— con acento en la primera sílaba. Miguel de Unamuno demostró gran interés por este tipo de estrofa e introdujo en ella varias modificaciones que se atienen —en general— a esta descripción.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 01-06-03
2 comentarios:
Un trabajo bien cuidado
Felicitaciones amiga.
Gracias, amigo, por tu visita.
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