La noche estará bordando
con mil agujas de escarcha
una sábana muy blanca
para tender en mi casa.
Aquí y allá da puntadas
a caprichosas figuras,
deja el hielo en el tejado
y en la falda de las sierras.
La Luna tiembla de frío,
parlotean las estrellas.
El viento se lleva mi alma,
mis ojos corren tras ella.
En ese vidrio empañado
mi dedo escribe su nombre.
-Mamá, estás muy abrigada
tejiendo junto a la estufa.
Ajedrez juegan tus hijos
reconcentrados y mudos.
Una llama bajo la olla
hace gruñir a la sopa.
De cenar llega la hora...
está por venir papá...
Este recuerdo lejano
vuelve cada nuevo invierno.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 24-07-04
con mil agujas de escarcha
una sábana muy blanca
para tender en mi casa.
Aquí y allá da puntadas
a caprichosas figuras,
deja el hielo en el tejado
y en la falda de las sierras.
La Luna tiembla de frío,
parlotean las estrellas.
El viento se lleva mi alma,
mis ojos corren tras ella.
En ese vidrio empañado
mi dedo escribe su nombre.
-Mamá, estás muy abrigada
tejiendo junto a la estufa.
Ajedrez juegan tus hijos
reconcentrados y mudos.
Una llama bajo la olla
hace gruñir a la sopa.
De cenar llega la hora...
está por venir papá...
Este recuerdo lejano
vuelve cada nuevo invierno.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 24-07-04
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