Mis miedos surgieron de mis sueños, /
mis ojos me vieron en un espejo./
¡Era yo! ¡Vencida, temblorosa y aterrorizada!/
Me vi como en una fantasmal visión/
en una jaula prisionera,/
de rodillas suplicando piedad y ayuda./
Mi esperanza yacía en el fango oscuro y lúgubre/
y mis ojos perdidos en la penumbra./
Estoy desde hace años en esa noche fría… /
y hasta su belleza la Luna me ocultaba/
mientras unas ramas como cuernos la herían./
¡Y yo postrada de rodillas con mis miedos!/
¡Quiero liberarme de estos barrotes! /
¡Quiero sonreír a la luz de un nuevo día!/
¡Tal vez mi corazón halle consuelo!/