Mamá, querida mamá,
te retrato en mis recuerdos,
en mi corazón estás
y el son de tu voz no pierdo.
Tus manos de ama de casa
ya sujetan cacerolas,
soban y soban la masa
o recogen amapolas.
Acunas a tus criaturas
como diosa terrenal
y guías las aventuras
como una amiga especial.
Beso tu cara de flor...
tu suave piel acaricio...
Me aprieto a tu corazón
y lo demás es ficticio.
Encendiendo tu memoria
veo tu dulce figura:
caminas desde la gloria
de mi infancia con dulzura.
Hoy, tu aroma maternal
me guía y te he encontrado
en el caos universal...
¡Soy un cachorro extraviado!
te retrato en mis recuerdos,
en mi corazón estás
y el son de tu voz no pierdo.
Tus manos de ama de casa
ya sujetan cacerolas,
soban y soban la masa
o recogen amapolas.
Acunas a tus criaturas
como diosa terrenal
y guías las aventuras
como una amiga especial.
Beso tu cara de flor...
tu suave piel acaricio...
Me aprieto a tu corazón
y lo demás es ficticio.
Encendiendo tu memoria
veo tu dulce figura:
caminas desde la gloria
de mi infancia con dulzura.
Hoy, tu aroma maternal
me guía y te he encontrado
en el caos universal...
¡Soy un cachorro extraviado!
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 02-11-03
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