Entre la niebla tierna del Ocaso
se desenvuelve un perenne retorno:
son recuerdos ingenuos, lejanos…
y mi mente desea silenciarlos.
Vuelven en tropel fragmentos del ayer…
Los dejo llegar y me acarician:
cascabeles de sonrisas olvidadas,
miradas tiernas y arrullos de voces.
La tarde deshoja sus rosas en el horizonte
y me acompaña el aleteo de una brisa.
El Sol fugitivo se deshace y sangra…
La melancolía palidece… ¡Estoy viva!
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 23-09-2024
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