La noche palpitaba sus secretos sobre la ciudad entredormida. Por un desperfecto en el servicio de energía eléctrica, las luces se habían apagado y la Vía Láctea tenía un temblor de plata en la negrura del cielo. El edificio de la Biblioteca Popular se erguía sobre el parque del antiguo ferrocarril. Los cristales de la sala de ingreso reflejaban algunos brillos tenues y dejaban ver unas oscuras siluetas. Eran las esculturas de alambre de acero que se exponían en el vestíbulo.
En las calles céntricas aparecieron algunos curiosos que salieron a observar las estrellas aprovechando la falta de luz eléctrica. Después, dirían que los pájaros que duermen en los árboles de la plaza levantaron un vuelo repentino a la medianoche. ¿Tal vez se asustaron? No hubo una explicación coherente para ello.
En los días subsiguientes, se dijo que varias personas del centro de la ciudad habían escuchado el trote o el galope de un caballo. Unos jóvenes dirían que, cuando volvían de una fiesta —tal vez demasiado alegres— vieron o creyeron ver una sombra de alas en el cielo… ¿Una ave nocturna o varias volaban sobre sus cabezas?
En la Comisaría local hubo algunas denuncias a la mañana siguiente:
A las 9:15 se presentó una mujer desesperada y, con un nerviosismo apenas contenido, pudo explicar su caso: su pequeño hijo de cinco años, Manuel, no estaba en su cama cuando lo fue a despertar para ir al colegio. Lo buscaban desde hacía dos horas y no lo habían hallado en ningún lado. Temían por su vida.
A las 9:45 se presentaron en la misma Comisaría, la bibliotecaria de la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso" con la Presidenta de la Comisión Directiva para denunciar la rotura de la superficie vidriada de la entrada que da al sur en el edificio de la Biblioteca. Manifestaron su desconcierto porque, de las esculturas que se están exponiendo, faltaban la del Centauro y la del Pegaso. Ambas estatuas fueron encontrados en el jardín que da al oeste, cerca de la puerta del Auditorio. El hueco de los cristales rotos tiene una forma extraña, semejante a la de los mitológicos seres que no están en su sitio. Rogaron que se les conceda una guardia nocturna para la institución, aunque aseguraron que no había habido otro acto vandálico semejante.
A las 13, encontraron al niño, dormido debajo de un árbol en un bosquecillo de algarrobos, con una oscura pluma en sus manos. Él cuenta una historia —demasiado fantástica para ser verdad— sobre lo que le pasó: “Anoche, con un caballo que era un hombre al mismo tiempo, fuimos a pasear y, después, otro caballo con alas gigantes me llevó a jugar hasta la Luna y me trajo de regreso. Estoy muy cansado por tantos paseos divertidos.”
Casi siempre, la gente imagina muchas cosas durante un corte de energía eléctrica y renacen los miedos ancestrales a la oscuridad.
Esculturas de Fabián Villani http://www.facebook.com/profile.php?id=100000026993718
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 04-08-11
21 comentarios:
Hola, Marta:
Fantástico relato, es una historia de esas que queda para siempre en la mitología popular y se convierte en leyenda.
Tienes una imaginación sorprendente, miraré al cielo cada ves que falle la electricidad.
Un abrazo, gracias por visitarme.
Hola mi amiga creadora de hermosas narraciones, te felicito, lo has bordado.
Gracias, tiene talento, !a delante!!
Con ternura
Sor.Cecilia
¡Gracias, Rafael y Cecilia, por su generosidad al comentar!
Hola! tienes un gran talento para escribir! disfruto mucho leyendo tus textos!! Bendiciones!
Bonito relato. ¡Cuánta imaginación hechas a volar! Te felicito.
Un abrazo.
Elsa
Gracias, Hilario y Elsita, por su generosidad al comentar.
Mas que a la oscuridad, a mi me da miedo lo que puede haber en ella...lo confieso...
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Gracias, Pérfida coleguita, por tu huella.
Me había olvidado...
Pasa por mi blog en el post del día 27 de JUNIO, lunes, hay un PREMIO PARA POETAS Y ESCRITORES,con motivo de mis 60 años es para ti, espero que sea de tu agrado.
Te dejo mi ternura
Sor.Cecilia
Gracias por tus comentarios en mis blogs, un abrazo amiga.
pues si los dichosos miedo temores de lo que no podemos ver pero la mente te hace sentir un beso y gracias por tu linda visita y por seguir mi bloc
Gracias, Elsa y hadama, por sus visitas.
Gracias, Cecilia, por tu regalo. Ya lo tengo en la columna con tus otros presentes.
Me encanta ser mimada con estos recuerdos amistosos.
PRECIOSO!!!!
Me ha encantado!!!!
Un escritor venezolano decía que en Caracas, desafortunadamente, se fueron todos los fantasmas, cuando llegó la luz eléctrica a la ciudad...
Besos y linda semana
Gracias, querida Gizela, por tu comentario y tu simpatía acostumbrada.
MUY BUENA HISTORIA
Me gusta mucho, sobre todo cuando usan personajes mitologicos que tienen cierto encanto fantastico en las narraciones.
felicidades, y espero que visites mi blog
Gracias, Gustavo. Ya te visito.
Martha, gracias por enseñarme a ver el cielo.
Te dejo una inquietud: ¿Cuándo re-abres tus talleres?
Recuerda que soy de tus primeros alumnos.
Loboherido
Edgardo Benitez.
Puedes venir a Morteros al taller de la Biblioteca... Claro que no es virtual...
Gracias por el recuerdo.
Pero mi querida Marta, si estoy en El Salvador. Mi intención es aprender sobre poesía. Yo sé de tus capacidades y de tu voluntad.
De ahí, mi inquietud.
A ver, ¿Qué piensas?
Edgardo Benitez
Gracias, Edgardo, por tu afán de aprender, pero tendrás que buscar algún taller virtual. Tengo varios links en la columna del blog.
Suerte.
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