Él sintió que sus ilusiones iban despeñándose una a una y las astillas de la desesperación se le clavaban en el alma.
La mujer, en su desamor, fue cruel y lo traicionó exigiendo una felicidad que fue sólo una quimera que buscó en amoríos. Tal vez, al hijo nunca llegó a sentirlo suyo por esas palabras tóxicas que ella le arrojaba. Sus obligaciones de la rutina cotidiana lo invadían noche tras noche y en un nudo de melancolía se estragaba su mente en insomnes madrugadas por un laberinto de vueltas a ciegas en un lecho de condenado. ¿De qué le sirvieron sus trabajos, sus luchas, su generosidad, su credo? ¿Cuántos sentimientos se hundieron en marismas de desesperanzas? ¡Cómo saberlo! Sólo adivinarlo en un ceño desamparado, en unas expresiones en penumbra. Ya sin anhelos, violentado por seres sin conciencia y sin piedad que le exigían eso que lo había abandonado: el arraigo en la vida y la batalla por sobrevivir como esclavo de sus mezquindades, optó por salir del escenario diciendo “¡Basta!”. Allí había interpretado sus roles con la ingenuidad y la humildad de los seres anónimos y pequeños iluminando muchas vidas con sonrisas, gracias, alegrías y picardías juveniles.
La fantasía de ir en pos de un paraíso donde se encontraría con los queridos antepasados sin traiciones ni desamores, lo llevó a quitarse lo más valioso en un hecho irreversible que lo hundió y nos arrojó al vacío del suicidio. En aquel páramo de la serranía huyó la sangre que se llevó su vida, se la tragó la tierra hambrienta y nos quedó el vacío. Sólo el vacío de su ausencia.
http://tallerlamagiadelaescritura.blogspot.com/2010/05/consigna-n11-vacio.html
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 17-05-10
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 17-05-10
17 comentarios:
Además de ese enorme vacío que tan perfectamente describes, tu genial relato es el espejo de muchísmas vidas semejantes que lamentablmente terminan en el suicidio.
Me ha impresionado mucho.
Te felicito y te admiro y te envidio (sanamente) tu enorme destreza y sensibilidad literaria.
Un abrazo primaveral.
íAN.
Hola, Marta:
Un relato, que perfectamente, puede ser la historia de muchos que pierden la esperanza y las ilusiones, terminando irremediablemente en el abismo de la muerte...
¿De quién será la culpa?ç
Abrazos.
Es triste, pero nadie puede estar en el momento o segundo que se define su existencia. Me gusto mucha libélula.
Besos
Muy bien descrito el vacío Marta
Y tantos viven ese vació, y despeñan en las sierras de la nada su vida, por sentir que ya no existe la fuerza que siempre otorga la esperanza
Me ha gustado mucho el texto Marta
Escribes divino y llegas hasta la ultima fibra
Besotessss
Gizz
Gracias, queridos amigos, por sus palabras.
Nunca dejas de sorprenderme querita Marta, en este relato quedo asombrada de tu versatilidad, acostumbrada a tus Jitanforas cobra una dimensión grandiosa.
No sé como anotarme para formar parte de tus seguidores, sabes que te admiro mucho.
Noe
Un texto terrible y hermoso a la vez. Libe, las palabras de este texto parecen escritas para alguien a quien quiero mucho y está viviendo los mismos sinsabores que relatas. me impresiono la similitud de sus vidas, sea texto ficticio o no, eso que cuentas hay alguien en este rincón de Buenos Aires que lo sufre igual, deseo no sea el mismo final, me impacto.
Un placer reencontrarte.
mariarosa
maría
que relato más certero y cercano nos compartes
muchas gracias por ello
felicitaciones y un abrazo grande
felíz domingo!!
Querida Libélula, tu relato me ha impresionado mucho, no tan sólo por tu sorprendente y esquisita habilidad narrativa sino también porque es como si hubieras escrito sobre mi vida.
Afortunadamente no fuí a parar al vacío.
Hace mucho tiempo que no me visitas.
Gracias y un gran abrazo primaveral.
Ian.
Te felicito. Me gustó tanto tu blog que he puesto un link en uno de los míos, además de hacerme seguidora, para tenerte cerquita y disfrutar tus lecturas. Un abrazo desde Santo Domingo.
Querida amiga, me tienes sumamente preocupado. Por favor no desparezcas así no más.
Dame una señita.
Una gran abrazo primaveral escandinanvo,
íAN.
estás por ahí? Dame un señita...
íAN.
Hola, Marta:
Aunque solamente soy un sencillo verseador, te agradezco la felicitación y a la vez te deseo un buen día del escritor, tu sí que lo mereces.
Gracias por visitarme,
Abrazos.
Gracias, amigos y amigas, por su tiempo y sus palabras.
Buen relato de esos que se quedan para meditarlos con calma..
Abrazos
Estremecedor, Libélula.
Gracias, amigos, por su tiempo.
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