En la soledad de la ermita,
exorcizo demonios.
Me amarro a la cruz,
pero desfilan con marionetas gigantes
todas las tentaciones:
las vanidades del mundo
se multiplican en el destierro de mi vida.
Yo me aferro a la vida
pensando en la muerte
y me desnudo de deseos.
exorcizo demonios.
Me amarro a la cruz,
pero desfilan con marionetas gigantes
todas las tentaciones:
las vanidades del mundo
se multiplican en el destierro de mi vida.
Yo me aferro a la vida
pensando en la muerte
y me desnudo de deseos.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 29-11-05
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