LIBELULARIAS
Iniciado el sábado 4 de octubre de 2008 en la ciudad de Morteros, provincia de Córdoba, República Argentina y aquí continúo.
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miércoles, 21 de mayo de 2025
330. LA JAULA
viernes, 22 de noviembre de 2024
329. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MALISA, UNA MONITA DE MADERA según el horóscopo chino! (Acróstico)
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MALISA, UNA MONITA DE MADERA según el horóscopo chino! (Acróstico)
A Maria Luisa Dauria, Malisa, y a pedido de Emilia Falagüerra, su alumna en gimnasia.
Muchas primaveras ha florecido tu ingenio incansable.
Amaste, viviste, fuiste feliz y hubo algunas lágrimas.
Los frutos los recogés ahora con tu gracia natural.
Imaginaste destinos para tu espíritu
libre.
Siempre airosa con belleza y calidez
vivís.
A tu familia, abrigás entre las telas
de tu tierno corazón.
Morteros, 22-11-2024
lunes, 7 de octubre de 2024
328. TU SILUETA APAGADA HUYE
Una nube imprecisa vaga sin prisa
y tu silueta apagada huye…
¿Tal vez él se quedó solo y te contempla
bajo la oscuridad cóncava del cielo?
Una canoa cansada reposa en la arena…
¿Tal vez, fue testigo de tu encuentro?
¿Tal vez, fue quien lo acercó a tus brazos
sobre esa orilla errante de silencios?
Observo desde lejos y en secreto…
Sólo imagino desde mi vida solitaria
una historia en el destierro de mi alma
entre las flores negras del lento ocaso.
Marta Alicia Pereyra, Morteros, provincia de Córdoba, Rep. Argentina, 7-10-2024
lunes, 23 de septiembre de 2024
327. ÁNGEL CAÍDO
ÁNGEL CAÍDO
Rozo mi cuerpo con mis manos
y mis ojos insomnes te descubren.
Desde el fondo de mi abismo,
ensayo una crepuscular caricia
y entre las sombras áridas
mis manos se desgranan mustias.
Lucho contra el vacío y mi naturaleza.
Percibo el tajo en mi espalda:
Soy un ángel de fantasmal presencia.
¿En qué batalla perdí mi ala?
Las mínimas cumbres de mis vértebras…
¿Dividen mi espalda en dos llanuras?
Una es bella y de plumas vestida.
La otra, con el tajo sangrante de una herida.
¿Qué demonio mítico me mutiló en las sombras?
Ahora, en esta noche de esperanzas plena,
¡La silueta de tus manos son mi consuelo!
Quizás tallen mi ala rota con amoroso celo.
Marta Alicia Pereyra
04-04-24, Morteros
326. A UNA NIÑA CON NOMBRE DE CONTINENTE
A UNA NIÑA CON NOMBRE DE CONTINENTE
A América Ferreira, niña. Ahora, mujer
América, niña golondrina de mi cielo.
Tu vuelo no te ha llevado lejos...
Te veo con tus brazos cargados de hijos.
Tu luz es la misma,
pero esta tierra devoró tus sueños
y yo me muero de pena.
Tus piecitos fríos de presentes y futuros,
en tu rostro, ilusión y seriedad,
tu nariz pequeña, manantial de escurridizas velitas,
tus ojos alados, asombros y esperanzas,
tus manos, pájaros hambrientos de saberes,
en tu voluntad, ambición de aprender,
en tu corazón, tibieza e impaciencia,
en tu alma, ternura, amor a la vida.
Que tu vuelo por la vida te eleve…
y no te deje caer.
Ruego un milagro para esta niña-mujer.
Una esperanza empecinada
y una ilusión sin astillas de deseos.
13-02-2023 Marta Alicia Pereyra, Morteros
#imageninspiradora
325. RACIMOS DE TRISTEZAS
Racimos de tristeza
envuelven la noche
y el silente follaje
se recuesta en la tierra.
Unas lágrimas oscuras
se derrumban en tus ojos.
La derrota se hamaca,
el tiempo se ensucia de secretos
y se estremece en tus hombros.
Te balanceas sin retorno
entre cadenas de silencios.
¡Libera tu espíritu!
Las perlas del amanecer
ya cuentan los segundos
y la luz impregnará tus silencios.
Marta Alicia Pereyra, Morteros, 07-05-2023
324. TANKA - 23-04-2023
Morteros, 23-04-2023
323. HAIKUS
322. ¡ESTOY VIVA!
Entre la niebla tierna del Ocaso
se desenvuelve un perenne retorno:
son recuerdos ingenuos, lejanos…
y mi mente desea silenciarlos.
Vuelven en tropel fragmentos del ayer…
Los dejo llegar y me acarician:
cascabeles de sonrisas olvidadas,
miradas tiernas y arrullos de voces.
La tarde deshoja sus rosas en el horizonte
y me acompaña el aleteo de una brisa.
El Sol fugitivo se deshace y sangra…
La melancolía palidece… ¡Estoy viva!
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 23-09-2024
viernes, 24 de mayo de 2024
321. LA CRUZ INVICTA
LA CRUZ INVICTA de Marta Alicia Pereyra Buffaz
foto: Soledad Montenove
Bajo la negritud de un toldo de nubes
se tienden las sombras del horizonte anochecido.
Entre ellos, la ranura del tiempo resbala
y estría el cielo en un desgarrón sin nubes.
En su mismo centro, el más antiguo de los dioses
se escurre y abre su boca en una carcajada de sangre.
En el ocaso desmigaja su oro en derrota
y se marcha a su destierro elevando quejas
como un ejército de rayos malva en abanico de reflejos.
La cruz de Cristo, espada invicta, se yergue,
y exorciza al escudo resquebrajado del arcaico Helios.
Es la hora de la nevada tibia de fragancias y suspiros:
calla el día y ya las aves retornaron a sus nidos.
La batalla ha terminado y las rosas púrpuras
acarician la cúpula con la cruz de hierro.
Me estremece el último aliento del día
cuando oigo el tañido de la campana
y el primer canto del grillo en el crepúsculo…
Marta Alicia Pereyra Buffaz
jueves, 8 de junio de 2023
320. HAIKUS - COLECCIÓN VARIADA II
cantos de pájaros
en Ucrania no se oyen
solo las bombas
23-02-2023
un perro bebe
su lengüita rosada
baila y goza
27-02-2023
la canción suena
me llega al corazón
surge un recuerdo
27-02-2023
copete rojo
al algarrobo pinta
el cardenal
28-02-2023
bebé dormido
entre brazos tiernos
sueñan las flores
28-02-2023
miércoles, 7 de junio de 2023
319. HAIKUS - COLECCIÓN VARIADA I
se lleva el viento
hojas con mis olvidos
vuelves a mí
21-09-2022
los ojos sueñan
en la siesta callada
los mece el viento
27-09-2022
flores y brotes
del sur viene la furia
y los arranca
10-10-2022
la radio trae
románticas canciones
el sol se astilla
18-02-2023
se duerme un sueño
sus ideas son locas
la flor sonríe
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 07-06-2023
lunes, 11 de abril de 2022
317. FANTASMAS
yo no sé de olvidos
conozco la presencia de mis fantasmas
por eso no creo que mi vida tenga ausencias
sí sé que debería tener espigas de luz
para alumbrar mis días
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 11-04-2022
jueves, 24 de marzo de 2022
316. SOÑAR
florece la Luna indiferente.
No sé si me llevan las alas del deseo
o si es la fiebre de la noche.
El horizonte se esconde en el silencio
y unos grillos palpitan oscuridad.
Alguna estrella incrédula se desgrana
entre las sombras melancólicas...
y mis ojos se inundan de lluvia.
Antes de llegar al olvido,
me vuelvo a dormir y soñar.
Morteros, 24-03-2022
miércoles, 16 de marzo de 2022
315. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, QUERIDA PISCIANA!
A Laura Nancy Chiavetta en el día de su cumpleaños
Laura, lago y azul
océano en calma.
Neptuno es tu guía
por el ancho mar de
la vida.
Te deslizas en silencio
y calma.
Tu inspiración
encuentra tesoros:
corales de ilusión, caracoles
de arco iris,
madreperlas con
secretas historias,
anémonas florecidas
de palabras,
las plumas de mar te
regalan recuerdos,
las algas se agitan libres
y te hacen cosquillas.
Tus pensamientos
entrelazan silencios
y por la playa se
baña una Luna de plata.
Tu destino marino te
inspira
y tejes historias
nunca oídas
sobre el dolor, la
felicidad,
el temor y la
valentía.
Tu andar tenue en el
océano humano
teje un sueño de
espuma y sal
con escamas tornasol
para enhebrar
silencios y voces
entre las burbujas
del sol.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 16-03-202
miércoles, 9 de marzo de 2022
314. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, QUERIDA PISCIANA!
A Cristina Beatriz Druetta de la generación “baby boomer” (9 de marzo de 1949-2022)
En el océano de la vida, nadás con Piscis.
Como un salmón iridiscente de oro y plata,
remontás la corriente de tu historia.
Cuando naciste, tu primer llanto alabó la vida
y marzo extendió su rubor sobre la suavidad de tu piel.
Tu memoria es una multiplicación de anécdotas
y racimos de recuerdos: ilusiones, juegos, amigas, trabajos
y… algunas penas cicatrizadas por el Tiempo sin olvido.
Tu abnegación tributa al duende de la amistad.
Tu infancia y juventud con guardapolvos y libros
dejó el dibujo hermoso de tu letra en hojas impolutas.
Las olas del Destino te llevaron a sentir el aroma de la tiza
y fue el comienzo de tu ritual diario: enseñar y educar.
Con tu letra dibujás el pasado, el presente y proyectás el futuro.
En el mar de tu existencia hallaste el amor y nacieron tus hijos.
Y en tu vida, surgió el misterio del milagro ansiado:
encarnó en un nieto la continuidad de tus genes.
Ahora, en el Océano vital palpitan aquellos ecos de imágenes
y así se alimentan tus relatos guardados en la alquimia de tu alma.
Y se echan a volar en la resurrección de tu memoria.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 09-03-2022
313. GRACIAS POR COMPARTIR SUS VIDAS CONMIGO
Agradecimiento a los integrantes del Taller Literario Despertares
por la celebración de mi cumpleaños el 30-01-2022
ESPERANZA
Contagias y obsequias tu alma,
tu energía única honra tu nombre
y tu vitalidad se forja al revivir historias.
Enfocas, certera, en el corazón de la vida.
Tu ilusión y tus caminos de sueños
te llevan a explorar lugares
y tejer redes de palabras
desde la semilla germinal de tu niñez.
LAURITA
Serenidad y libertad es tu búsqueda.
Tu corazón de puro amor
se ilumina con la luz de tu genio creativo.
Ese es el origen de tu palabra en tu imaginación virginal para tejer historias únicas.
Y la amistad es tu paraíso para compartir.
ROSITA
La ilusión es tu búsqueda.
Allá te lleva tu corazón por tu camino.
Suave dulzura entregas
y caricias de palabras
persigues por el laberinto de la vida.
Tu nombre perfuma tus sentires
y nutre el aliento vital de tu jardín.
BEATRIZ
Tu corazón cascabelea y sonríe.
Danza entre la alegría y la ilusión.
Tu candor optimista se hace energía
y nos inunda como la brisa de primavera.
Al buscar en el carrusel de la vida,
te encontraste con la palabra y te atrapó…
o la atrapaste como a una mariposa…
Así las pusiste a volar en tus páginas.
CRISTINA
Tu creatividad buscó las raíces en tu propia vida
y tus sentimientos fecundaron tus palabras.
Nos sumergieron en la raíz del alma real de tu tiempo.
Tu palabra fecundó el dibujo perfecto de tu letra
y se hizo un susurro el manantial de tu corazón.
Nos alegraste el espíritu con tu propia esencia.
DANIELA – DANI
Tu inspiración desborda el manantial de tu alma.
Se hace torrente en la fecundación de tu palabra.
Nos contagia tu esperanza, tu amor por la existencia
y tu alegría de asombrarte ante el misterio de la vida con una sonrisa o una lágrima emocionada.
Tus pasos son una explosión de tiempos y de energía.
Nos das esperanza y nos contagia tu optimismo.
MARCELO
Tu sentir y tu voz siempre alumbran nuestro espacio.
Quieres desentrañar los misterios de la vida con tu corazón y tu mente.
Tu palabra es tu instrumento y allá vas a forjarla.
Buscas tus herramientas en el conocimiento
y ahondas en los secretos de la palabra para expresar tus sentires ante las cosas y los seres.
Tu búsqueda siempre amplía horizontes: en la música, las letras, la filosofía, las ciencias, la enseñanza…
Tus límites siempre están más allá: no hay fronteras en el fluir de la vida (solo está el final del tiempo para todos).
Morteros, 30-01-2022
martes, 14 de diciembre de 2021
312. A ORILLAS DE LA NOCHE, LAS PALABRAS
A mis
queridos/as talleristas forjadores de sueños literarios.
Cuando el Otoño se desperezaba en su nido ocre,
comenzamos el conjuro secreto y ritual:
Invocar a las palabras esquivas, remolonas,
resbalosas…
Las estudiamos, las engañamos con argucias…
¡Ellas no se dejaban convencer y se escurrían
burlonas!
Como a luciérnagas, queríamos atraparlas,
pero ellas, siempre rebeldes, se escabullían por
allí…
Muchas veces, venían en tropel y, mansas como
fierecillas disfrazadas,
se dejaban atrapar y enjaular en la hoja rayada de
barrotes
o se desgranaban en la planicie blanca de otra hoja
o quedaban seducidas por la pantalla de un celular.
En los ventanales, fluía el oro tibio de la tarde.
Afuera, los virus se agazapaban en los miedos
oscuros.
A nosotros, nos salvaba la poesía, virgen y eterna
salvadora,
cuando recorríamos su laberinto secreto de
susurros.
El Invierno hirsuto de amenazas a la deriva
se fue haciendo y deshaciendo en versos.
Llegó la narrativa y desnudó algunos de sus
secretos
cuando la palabra tejedora se hizo historias.
La Primavera se abrió en pimpollos de ilusiones,
nos abrazó de esperanzas y lecturas de palabras en
fila india.
Los relatos fructificaron los jueves en la voz y
habitaron nuestros oídos.
Hoy, despedimos el culto a la palabra personal y
buscadora.
Ya hemos sembrado su semilla de oro y lágrimas,
Ya hemos celebrado la amistad y los sueños.
Por ahora, derrotamos algunos miedos…
¡Seguiremos en el surco de la palabra!
¡Revivamos su aroma milenario!
¡Perfumemos nuestra vida con la palabra literaria!
Marta
Alicia Pereyra, Morteros, 07-12-2021
Despedida en el 30º Aniversario del Taller
Literario de la Biblioteca Popular “Cultura y Progreso” de Morteros
miércoles, 14 de julio de 2021
311. EN LA NOCHE SILENCIOSA
La noche teje recuerdos
y miradas ensimismadas
en pensamientos secretos ,
como silencios guardados
desde antiguos encuentros
entre los tibios fogones
de mujeres reunidas a solas
desgranando sueños
entre las brasas y ollas.
Rodar de viejas historias
de una boca a otra y a la memoria
para volver a rodar y rodar.
Luego, llegaban los hombres
y los niños se acercaban
a compartir la cena bajo las estrellas.
El humo jugueteaba en el aire
mientras los niños se iban durmiendo,
las mujeres juntaban los enseres
y los hombres alardeaban de sus cacerías.
Después, el silencio de las estrellas
cubría la noche de chistidos,
de algún graznido y un aullido lejano.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 14-07-2021
sábado, 14 de noviembre de 2020
310. MEMORIAS DE MI TRAYECTORIA DOCENTE por Marta Alicia Pereyra Morteros, 13 de diciembre de 2019
MEMORIAS DE MI TRAYECTORIA DOCENTE por Marta Alicia Pereyra,
Morteros, 13 de diciembre de 2019
1º ETAPA: EXPEDICIONARIA
Me recibí de M.N.N. a los 17 años en 1966 en el Colegio Sagrada Familia de Cosquín. En esa época había pocas escuelas y muchas maestras así que no veía ninguna posibilidad de trabajar. Como me gustaba estudiar, seguí haciéndolo en la
U.N.C. y me recibí de Profesora de Lengua y Literatura en la ahora Facultad de Lenguas.
Por invitación de Graciela Farías, una compañera de estudios, comencé la primera etapa de mi trayectoria con un interinato donde nadie quería ir: una escuela de Puesto de Castro, Dpto. Río Seco, el 29 de octubre de 1974 hasta el 2 de mayo de 1976.
Llegué a Morteros, casada en marzo de 1975, para convivir con mi marido y aguardar el nacimiento del único hijo que tendría en abril de 1976.
Ansiaba dar clases, pero no había muchas posibilidades de hacerlo ni en el nivel primario ni en el secundario. Solo conseguí una suplencia en la escuela nacional Bernardino Rivadavia. Al cabo de cinco meses, me nombraron maestra titular y Directora interina en la escuela Juan B. Alberdi de Colonia Valtelina el 22 de agosto de 1977. Luego, sobrevino la inundación de toda esta zona. Después, un Tornado azotó a Morteros.
Hasta Porteña, iba en ómnibus y, desde allí, en una moto de 50 cc cuya conducción me permitió experimentar la potencia del viento: cuando iba hacia el sur corría el viento sur a mi encuentro y, cuando volvía hacia el norte, el viento norte era mi férreo oponente con evidentes consecuencias negativas para mi vehículo. ¡El viento de la llanura en su máxima expresión demuestra su fuerza incomparable sin que nadie lo detenga! Lo puedo asegurar porque lo sentí en carne propia.
Todavía persistía la inundación en la cañada que se extiende entre Morteros y Porteña del lado este de la ruta provincial Nº 1, cuando me llegó el traslado a la escuela rural de la Colonia Juan Beiro Este (15-04-81). ¡Fue una época de expediciones en lugar de viajes para llegar a la escuela! Al principio, tuvimos que cumplir horario en la escuela base B. Rivadavia donde dábamos clases con mi compañera Zulema Vaira, cuando faltaba alguna docente o veíamos pasar las horas con lentitud y ansiedad.
Al fin, después de unos meses, la napa de agua fue bajando y comenzamos las expediciones buscando caminos oreados por donde pudiera circular mi Renault 4 verde que había comprado en cuotas para esas travesías. Me convertí en una experta conductora sobre huellas en el barro de los caminos rurales. El circuito expedicionario variaba a medida que se podían acortar las distancias para llegar a la escuela: íbamos por Colonia Dos Rosas, provincia de Sta. Fe, o por las localidades cordobesas de Colonia Vignaud o San Pedro. Este rodeo “turístico” me permitió conocer todas las colonias al este de Morteros y sus referencias históricas: cementerios, iglesias, edificios y plazas.
Al año siguiente, con mi compañera Griselda Pussetto, continuamos con las peripecias para llegar hasta la puerta de la escuela, pero ya podíamos ir por el camino central con algunos insólitos desvíos como pasar debajo de un galponcito porque por allí seguía la huella por tierra firme. Aunque en un viaje de regreso nos empantanamos en un guadal de tierra suelta y esponjosa que yacía sobre un colchón de barro flotante que se hundía al paso de su Torino. En otra oportunidad, tuvimos que empujar el auto porque las ruedas estaban trabadas con barro y no podían girar.
Cuando esas expediciones iban convirtiéndose en “viajes normales”, me trasladaron a la escuela base B. Rivadavia donde permanecí desde el 28 de agosto de 1984 hasta el 27 de junio de 1987.
Llegar a dar clases a esas queridas e inolvidables escuelas rurales era similar al regreso a Ítaca del famoso Odiseo de Homero que tuvo tantas e inmortales aventuras. Tal vez parezca que me olvido de la tarea docente con la atención de varios grados al mismo tiempo… ¡No es así! La responsabilidad por llegar, abrir la escuela y recibir a los niños para guiarlos en su educación me daba gran felicidad por haber salvado tantos obstáculos durante el camino de alrededor de casi 60 km.
Creo que, si antes mi vocación docente y, por qué no, la necesidad de ganar el sustento, eran fundamentales en mi vida, esa vocación se fue convirtiendo en “mi misión” hasta ahora y hacia el futuro que me quede. Esas experiencias fueron esenciales para darme cuenta de que los niños son incomparables en su espontaneidad, asombro y recepción de nuestras enseñanzas. Ellos las atesoran en sus mentes y corazones para siempre y nos recuerdan y las rememoran cuando nos encuentran siendo adultos ellos y nosotras, transitando la madurez. Muy importante es lo que ellos nos enseñaron y brindaron porque al enseñar también se aprende: todos podemos enseñar y aprender de todos.
Nunca me olvido de los padres y familiares de los que fueron mis alumnos en las escuelas rurales, generalmente, empleados rurales o tamberos y unos pocos propietarios. Ellos veían a la escuela como un centro de pertenencia en su colonia: el “ombligo” de la cultura, un centro donde socializar, participar y entretenerse. Esta característica nos exigía en cada acto patrio, festejo o evento mucha originalidad y la participación de todos los niños que, a veces, eran pocos, en varias actuaciones, para que la familia se sintiera integrada y viera las habilidades y logros de sus hijos. Siempre se esmeraban para la caracterización de los personajes que representaban los chicos. También se exponían los trabajos de los alumnos y se terminaba con un picnic a la canasta.
Debido a que tenía que buscar novedades para esos actos, tuve que aprender mucho: aparte de los temas para cada asignatura y para la modalidad de los “plurigrados”, las materias especiales como plástica y música. También tuve que instruirme en danzas folclóricas, clásicas y teatro para los eventos artísticos que hacíamos. No era cuestión de improvisar, sino que debía hacer cursos, buscar bibliografía y asesoramiento con especialistas. Siempre nos ayudaban las revistas para docentes. Fueron momentos inolvidables, creativos y muy gratos que quedaron en mi memoria y en la memoria de los alumnos que, a veces, encuentro y lo recuerdan. Donde me sentí más exigida y, además, por ser “novata” en la zona y por la existencia de escuelas cercanas con las que “competíamos” por el alumnado fue en la comunidad de la escuela de Colonia Valtelina a la que le encantaba socializar en cada acontecimiento. Tuve la valiosa colaboración de mis compañeras Adriana Poggi, Marta Daniele y Silvia Righetti.
El 29 de junio de 1987 comencé en el C. E. Alberto In`Aebnit y allí me jubilé en enero de 2005. Ya había comenzado a dar clases de Lengua y Literatura en el nivel medio en 1984 en el C.E.N.M.A. de Morteros, después en el de Brinkmann y en otras escuelas. La escuela In`Aebnit está en mi barrio y me queda a dos cuadras y media así que no hubo más expediciones, pero sí las hacía hasta Brinkmann durante varias noches semanales, aunque esa es otra historia paralela.
De la escuela In`Aebnit guardo en mi memoria olfativa los aromas exquisitos que salían de la cocina del PAICOR cuando se acercaba el mediodía y nuestros estómagos estaban vacíos y hambrientos. Guardo en mi piel el sol mañanero con sus rayos de oro sobre el patio y las galerías que siempre lo espejaban. También se filtraba a través de los ventanales a las aulas. Guardo en mis oídos el sonido del timbre, los cantos y las vocecitas de los chicos, las conversaciones con las colegas, algunas risas y algunos llantos. Mis ojos guardan tantas caritas de niños y niñas que se quedaron atesorados entre las telas de mi corazón con aquella edad. Hoy, cuando me saludan y me preguntan: “¿Se acuerda de mí?” me desconcierto buscando en mi memoria porque ese adulto que me interroga no está registrado; yo tengo al pequeño niño que fue. Él o ella han cambiado, yo solo he envejecido. A las madres les pregunto por el destino que están transitando sus hijos y me hace feliz si han logrado salir adelante. A algunos, los he vuelto a encontrar en el CENMA para seguir con su secundario.
Tengo mil recuerdos, escribiré algunos para no ser tan extensa. Para los días previos al 10 de junio; Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico; solíamos dar información a los niños en la clase o en la Cartelera Oral, después de izar la bandera en el mástil, sobre la geografía, flora y fauna de la zona. Para el día del acto, tenía un cuento en el rotafolios. Era “El cumpleaños del pingüino” con las ilustraciones y, también, teníamos un pingüino embalsamado que había traído Adriana Serafín de cuando dio clases en Comodoro Rivadavia. Su simpático pingüino era pequeño, pero fue siempre el protagonista mimado de las enseñanzas de la fauna patagónica.
Los actos conmemorativos fueron siempre muy importantes para mí porque era otra oportunidad educativa y social para los chicos, especialmente para los más tímidos (yo siempre lo he sido y he luchado contra esa sensación). Tuve una alumna muy calladita y mayor con respecto al resto de los compañeros, pero quería que participara y pude conseguir que lo hiciera.
Como ella soñaba con su fiesta de 15 años según me contó, le dije que ella pensara en la alegría que iba a producirle su festejo mientras desempeñara su breve papel. Lo ensayamos muchas veces y su vocecita era muy suave, pero le insistía en la alegría que debía sentir para que se olvidara de todos los presentes y lograra relajarse. Actuó muy bien, pero siempre me miró como buscando mi apoyo y guía. Las demás docentes se admiraron de que hubiera actuado porque nunca antes lo había hecho. En la actualidad, es una adulta y la encuentro en el supermercado y nos saludamos, ella me sonríe con su eterna timidez y yo rememoro aquel momento.
En otro acto, el menor de los hermanos Véliz, que era travieso y deportista, pero no se animaba a participar frente al público, lo pudo hacer. Para un acto, logré que aceptara decir unas breves palabras. Ensayamos mucho hasta que se sintió seguro. Cuando llegó el momento de hacerlo frente al alumnado y docentes, no tuvo problemas para decir su texto, pero hubo una conexión desde su mirada a mis ojos que no se cortó ni un segundo como si él hubiera tendido un hilo invisible hacia mí, casi sin mirar al resto de los presentes. De ese momento no me voy a olvidar porque fue una experiencia muy emotiva para mí: un vínculo espiritual especial donde el resto del mundo no existía.
Cuando daba clases en 3º grado, durante las horas de clases les ponía música clásica mientras trabajábamos. Todo el grupo lo hacía con calma y eficiencia. ¿No dicen que la música calma a las fieras? ¡Mis pequeñas fierecillas se convertían en ángeles celestiales!
Siempre les di deberes para que hicieran en su casa a todos mis alumnos y les explicaba que eso era estudiar y repasar lo que habíamos aprendido. Como los chicos son creativos y no teníamos libro de lectura, les daba alguna consigna para que escribieran un cuento o algún poemita o lo que les saliera. Generalmente, cada uno lo hacía solo aunque algunos sí recibían ayuda de los padres. Al día siguiente, cada uno leía lo que había escrito y yo siempre me maravillaba porque descubría la curiosidad y la atención de los oyentes que no se perdían detalle de lo que decía cada lector. Así estaban obligados a hacer una letra legible y a leer sus propios textos. Tal vez, yo lo disfrutaba más que ellos porque siempre me gustó hacer practicar la escritura creativa. Por otra parte, todos pasaban al 2º ciclo sabiendo leer muy bien después de tanta práctica.
Para terminar, tuve un alumno que no era de los mejores y su entorno familiar era deficitario. Una tarde iba caminando por la ciclovía local y veo venir a un ciclista fumando, me hago a un costado y me saluda diciendo: “Soy el Pitu. ¿Se acuerda de mí?” Era aquel pequeño, ya adulto que me había reconocido. Me hizo mucha gracia porque había sido de los menos rescatables porque no lo mandaban a clases. Los docentes se quedan grabados en la mente y en el corazón de los niños porque son, a veces, la única persona que encuentran en un sitio organizado donde pueden aprender y generar los cimientos para toda su existencia adulta: conocimientos, orden y valores. Me quedan más historias que podrían ser para otra oportunidad.
Morteros, 13 de diciembre de 2019
miércoles, 15 de julio de 2020
309. ¿A QUÉ HUELE EL AMOR?
a la tibieza y al frescor de tus ojos...