Taigi salió al porche arrastrando las pantuflas con un chasquido seco. Anunciaban que él era un largo y solitario fragmento de la eternidad. Se sentó en el escalón desgastado y sus ojos se demoraron en las mil lucecitas que brillaban y perforaban la oscuridad de la noche calurosa.
-¡Mira las luciérnagas!- exclamó.
Después se dio cuenta de que estaba solo. Ella ya no estaba.
“¿Sería una luciérnaga?”-pensó y siguió pensando en ella hasta que se durmió.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 20-11-11
Este haiku fue mi fuente de inspiración:
Luciérnaga en vuelo;
¡mira! iba a decir, pero
estoy solo.
Taigi
.
Este haiku fue mi fuente de inspiración:
Luciérnaga en vuelo;
¡mira! iba a decir, pero
estoy solo.
Taigi
.
11 comentarios:
En el corazón del hombre están sus verdades, y así, si él siente que ella podría estar en una luciérnaga, así debe ser; el sentimiento marca PRESENCIA absoluta y verdades radicales.
Muy hermoso cuento,Alicia... Se nos mete dentro como sentimiento conocido y vivo, tan vivo!...
Y la fotografía que lo acompaña es preciosa también.
ABRAZOS GRANDES,EN ESTA NOCHE DE VIERNES.
Que tengas un lindo fin de semana!
¡¡Gracias, querida amiga Maritza!!
Una hermosa enseñanza que sólo en la soledad se percibe plenamente. Precioso, amiga.
Hermoso relato.
Muchas veces nos damos cuenta que hablamos a alguien que ya no esta físicamente a nuestro lado.
mariarosa
Gracias, Julie y María Rosa, por dejarme su comentarios.
Marta siento lastima por Felipe, después de dejar el pabellón tan alto como buen cazador, uno de los que tengo en la finca también tiene esa constumbre de traer la cazado como trofeo a mis pies.
No obstante Felipe tiene su momento de gloria fotografia incluida esta semana en el blog de Mis caricias del alma, acompañando el regalo con el cual me has obsquido.
Espero te guste, porque además aún no ha resfriado con la gripe.
Un beso muy, muy fuerte como buen comienzo de semana amiga.
María del Carmen
Gracias, Gatita, voy a verlos.
Gacias Marta, por poner tu arte poético en mis manos que ya está luciendo con la frescura de unos bigotes gatunos, algo que honra y halaga a Mis caricias del alma.
Un beso con el afecto que emana de mi interior.
Muackkkkkkkkkkkkkkk
María del Carmen
¡Qué gatunadas, Gatita!
Tu microrrelato me hizo recordar una frase de Orson Welles: "Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Sólo a través de nuestro amor y amistad podemos crear la ilusión por un momento de que no estamos solos."
Saludos.
¡Es así como dices, Martín!
Aunque no debemos olvidar que somos gregarios y necesitamos comunicarnos.
Saludos cordiales.
Publicar un comentario