Abril es tu nombre crocante y oro,
desangrado en tus púrpuras y rojos.
Tu duende de viento sopla en mis ojos
y en la noche canta la niebla a coro.
Una mujer barre el otoño dorado
vestido de hojarasca, de la acera.
Montones de ocre en vegetal espera
del fuego que los haga humo y nada.
Se arremolinan las hojas vagabundas
y con su balanceo miden las plazas,
allí quedarán, temerosas y moribundas.
Los grillos se sacan las mordazas
y, entre el aroma a humedad que abunda,
tocan su violín desde las terrazas.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 24-06-03
desangrado en tus púrpuras y rojos.
Tu duende de viento sopla en mis ojos
y en la noche canta la niebla a coro.
Una mujer barre el otoño dorado
vestido de hojarasca, de la acera.
Montones de ocre en vegetal espera
del fuego que los haga humo y nada.
Se arremolinan las hojas vagabundas
y con su balanceo miden las plazas,
allí quedarán, temerosas y moribundas.
Los grillos se sacan las mordazas
y, entre el aroma a humedad que abunda,
tocan su violín desde las terrazas.
Marta Alicia Pereyra
Morteros, 24-06-03
2 comentarios:
¡Qué hermoso poema libélula! descubrir tu lugarcito y leerte es siempre un placer amiga.
Besos
Gracias, Rosarito, por tu comentario.
Ya te retribuiré la visita.
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